viernes, 8 de enero de 2010

DE LOS DERECHOS Y LA VOLUNTAD INHIBIDA DE LOS PACIENTES TERMINALES

Como ya lo hemos visto, desde hace algún tiempo se vine discutiendo en algunas regiones del globo la Eutanasia como método de eliminar el sufrimiento físico de un enfermo terminal. Sin embargo, esto ha generado todo tipo de voces y reacciones encontradas a favor y en contra de este procedimiento. La religión es una de las primeras en cuestionar y descalificar este método como ilegal, violento, anti- ético y en contravía al principio de la vida.

Por su parte, la justica en algunas de sus hipótesis entra a jugar un papel fundamental en este tipo de acciones y en pocos casos asumen una posición independiente de la moral colectiva e imaginaria de su cultura. Tristemente la pluralidad y la voluntad de los enfermos queda a la deriva de unos pocos retardatarios religiosos seudomoralistas dejando a un lado su libertad decisoria y autárquica.

Afortunadamente existen algunos países democráticos y progresistas donde este método es puesto a otro nivel “La eutanasia descansa sobre un principio ético básico para la democracia: el derecho a la privacidad. Este tiene su raíz en la idea de libertad personal. Adquiere mayor significado en las sociedades abiertas, pluralistas y democráticas, donde coexisten posturas, creencias religiosas, eupraxsofías [1] y sistemas de valores contrapuestos, y donde tenemos la obligación de ser tolerantes con las diferentes convicciones éticas”.(1)

Son muy exiguas las posibilidades donde se escucha al enfermo, donde se le defiende cuando solicita voluntariamente terminar con un sufrimiento intolerante para su cuerpo y a veces para sus propios familiares. En ocasiones esto puede llegar a ser indignante para su propia imagen física y patológica pero aun así, se le viola el derecho a decidir. Así que queda a un lado la posibilidad total de libre albedrío y su Derecho a morir dignamente.

Entonces como podemos hablar de Derecho, Libertad y Voluntad, si “Muchas confesiones religiosas, como la cristiana y la judía, creen que Dios dá la vida y por lo tanto sólo a Él corresponde la potestad de quitarla. En este contexto, la eutanasia sería considerada como rechazo a la soberanía de Dios. Desde otro punto de vista, sin embargo se califica de injusta la utilización de un argumento religioso para decidir política y públicamente sobre un tema tan trascendental y complejo como éste”. (2)

(1) http://www.pensar.org/2005-01-controversia.html
(2) http://www.portalplanetasedna.com.ar/eutanasia.htm

Mi pregunta es por qué la legislación no conserva lo autonomía de la iglesia y por qué la misma sociedad civil no asume los riesgos y responsabilidad que esto implica, dejando en manos de la religión la decisión de elegir si vivir en agonía insaciable o morir dignamente. Por tanto las leyes judiciales y sus gestores, temen más a su destructor, castigador Divino, que a la misma responsabilidad social de garantizar plenitud de vida a un E.T. *. Es cuestionable redundantemente al instante en que las religiones nos hablan de un Dios bondadoso, amoroso y bastante piadoso, sino nos da la opción de terminar con el dolor intenso de una enfermedad dolorosa, lenta y agobiante. Habría que recordar lo dicho por Emanuel Kant en una de sus tesis: PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO, para entenderlo, sentir lo que se pierde, lo que se desea y lo que no, las noches intensas de dolor, el sufrimiento y su fiel deseo de morir anhelando ponerle fin a su flagelo.

Su o sus Derechos a donde van, a donde quedan, relegados a la merced de unos indolentes fanáticos moralistas y religiosos y la mismísima irresponsabilidad e inmadurez de la legislación, en este caso colombiana. Se le podría llamar derechos de un paciente, si su derecho a elegir entre vivir o morir se vulnera al instante que lo menciona. Quisiera en este instante explicar el significado de Eutanasia para entrar a definirla y porque mi tajante defensa hacia este Derecho fundamental que requiere un paciente en esta fase. “La palabra euthanasia fue acuñada por los griegos, significa buena muerte (thanatos). En la civilización griega, el estado aprobaba la eutanasia. En este sentido, en Atenas, así como en Quíos y Massalia los magistrados disponían de veneno para aquellos que deseaban morir. Para realizar este acto se necesitaba permiso oficial: «Quien no desee vivir debe exponer los motivos al Senado y una vez lo haya recibido, puede quitarse la vida. Si existencia te resulta odiosa, muere; si el destino te es adverso, bebe cicuta. Si la pena te abruma, abandona la vida. Dejad que el infeliz relate su desgracia, dejad que el magistrado le proporcione el remedio para que él mismo pueda ponerle fin”. (3)

En este caso no estoy hablando de un Derecho absoluto, sino individual. Porque todos y todas “tienen el deber de reducir el sufrimiento innecesario, aplicándolo a los individuos independientemente del derecho a la libre elección. Sin embargo, el derecho a la privacidad implica que una persona debería tener potestad sobre su cuerpo, su nutrición y salud, y, en lo posible, que se le debería consultar sobre el tratamiento de sus propias enfermedades”. (4). Y si la libertad consiste en hacer bien al otro, según Rousseau, también se restringe el sentido de libertad, ya que el impedimento a ejercer su derecho de libertad se suprime e inhibe.

(3) http://www.portalplanetasedna.com.ar/eutanasia.htm
(4) http://www.pensar.org/2005-01-controversia.html.
* A la sigla E.T. la definiremos como Enfermo Terminal

Así mismo la RESOLUCION 13437 DE 1991, que por ley garantiza los derechos de todos los pacientes declara: Por la cual se constituyen los comités de Ética Hospitalaria y se adoptan el Decálogo de los Derechos de los Pacientes. Que el Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, señala que toda persona tiene derecho a la asistencia médica. Que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoce el derecho de toda persona del disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental y del goce de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones.(5)

Aun asi, estas resoluciones se quedan en el mero papel y no conservan su autonomía, sino que conserva un orden moral y discusión clerical. Si son comités de ética deberían conservar eso, la ética con su autarquía, lejos de los prejuicios. Ya es hora que se proteja la Libertad y los Derechos Humanos, fundamentalmente cuando se trata de fase terminal y la decisión autónoma del paciente. Y que la sociedad civil asuma un papel preponderante en la madurez de sus derechos fundamentales por una calidad de vida digna. Cuando se trata de disfrute del más alto nivel posible de salud física y metal y goce de beneficios.

Espero que muy pronto se le pueda llegar a una democracia que no sea de papel en tanto que se termine esa concepción del Dador de “vida” que no quita sino cuando quiere aunque exista agonía total severa. Así se sea un héroe, existirá un día el llanto de aquel héroe, cuando llegue a su dolor patogénico. Como quisiera verte llorar, como quisiera verte crujir los dientes viendo el reflejo del dolor insaciable, agobiante, cuando la muerte se acerca atormentando tu vida lo más lento que pueda, suplicando que termine pronto muy pronto. Así y sólo así podrás estar en el lugar del otro para entenderlo. Los quiero escuchar señores clero y señores del congreso.

(5) Publicación. Dada en Santa de Bogotá, D.C. a los 1o. de noviembre de 1991. CAMILO GONZALEZ POSSO, Ministro de Salud, SARA INES GAVIRIA, Secretaria General.

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