lunes, 18 de enero de 2010

LA ÈTICA EN LA SOCIEDAD Y LA FUNDAMENTACIÒN EN LA DEMOCRACIA PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

En primera instancia voy a dar una definición de las muchas que existen sobre ética y los matices que de esta misma se desprenden. Pero enfocándome en una democracia pluralista y utilizando como punto de partida las palabras de Fernando Savater “La ética es una actitud, una reflexión individual sobre La libertad propia en relación con la libertad de los demás y con la libertad social en la que nos movemos. No puede ser sustituta la ética de la reflexión política o de la reflexión jurídica, o de otras cuestiones igualmente imprescindibles. Es esencial que cada quien tenga su ética, ésta es fundamentalmente de cada persona. Cada quien debe desarrollar, vigilar su libertad porque le interesa a él, no porque ése sea el mejor medio de mantener la paz social: ésta se mantiene, con buenas instituciones políticas, públicas, jurídicas, con un buen funcionamiento de la economía” (1)

Esta amplia definición que Savater nos menciona, nos lleva a discutir sobre la distinción existente entre ética y política a la que es imprescindible no referirse. Ya que hay quienes indican que mezclar las dos cosas, en este caso la ética, puede remediar los males de la política apelando a ésta como una herramienta para cubrir sus inexactitudes. Esto me parece un profundo error. Creo que tratar de detener los males polítiqueros con la ética, es como intentar apagar un incendio con una pincelada de agua bendita por decirlo de esta manera figurativa, dándole un tinte religioso en la redención de los pecados y las transgresiones que se cometen con la parafernalia política reconocida en todas las sociedades y sobretodo a quienes con su oratoria la persuaden para ganar adeptos, utilizando la demagogia y la pantomima que tanto les atañe. Y conseguir su fin de tener el poder y el control bajo su mando para dominar al más débil.

Realmente no es ésta la función de la ética, la ética es la reflexión del sujeto que es autónomo, sobre lo que va a hacer con su libertad. Y esto lo fundamento en la noción de Rousseau cuando nos la define:”la libertad, ésta se vincula con la capacidad de hacer el bien en tanto realización del ser humano, con lo cual se diferencia de la noción de libertad en términos de libre albedrío”. (2); también precisa la libertad del ser “Cuanto mayor sea el bien que se pueda realizar para los demás, más libre podrá ser el hombre, ya que podrá compartir y formar parte de un conglomerado de hombres mejores”.(3)

Cada uno de nosotros no conoce más que a una persona desde el punto de vista de su libertad, cada uno se conoce a si mismo como ser libre, y conoce lo que de alguna forma deberían ser sus barreras, sus pautas, su vía hacia la excelencia, desde el punto de su libertad. Esto no es un instrumento para decidir la conducta de todos y para todos, es decir que no podemos generalizar la ética o etiquetar una ética para todas las culturas sin antes entender las costumbres y cosmovisiones que cada etnia, raza y cultura tienen de si mismas y de los imaginarios colectivos. Pero si existen referentes éticos que tienen su misma significancia como no robar, matar y otos principios sociales en toda democracia política - cultural para constituir nuestro bien común colectivo.

(1) SAVATER FERNANDO : “Ética y Ciudadanía” , Monte Ávila , Caracas 1998.
(2) http://rousseau.pais-global.com.ar/index.php/2961
(3) http://rousseau.pais-global.com.ar/index.php/2961

Por eso es importante saber elegir nuestros representantes políticos con una moral y ética política, que es la ciencia social y práctica cuyo objeto va en búsqueda del bien común de los integrantes de una comunidad. El bien común no es sólo la tarea del poder político sino también razón de ser de la autoridad política. Y lo más importante, que nos representen como ciudadanos de bien para que nos brinden garantías de desarrollo social partiendo de lo local a lo nacional. Por lo tanto, es el bien común el principio y fin ético de la política. Será bueno todo aquello que beneficie, tienda, acreciente o promueva el bien común. Será malo todo aquello que tienda a perjudicarlo, disuadirlo, y disminuirlo. Es deber de todo estado democrático promover el bien general. Que es preámbulo de la Constitución Política de Colombia de 1991.

En otro caso cuando se pierde la ética política como ocurre en nuestra nación colombiana, se convierte en un estado que sólo brinda garantías a intereses particulares y no colectivos, que beneficia a unos pocos y éstos a su vez se corrompen. Con el único propósito de dominar para proteger su propio patrimonio e interés particular. Debido a esto el pueblo se mantiene en total desconocimiento e ignorancia.

En palabras del filosofo Aristóteles, “el estado se desnaturaliza, es decir pierde su esencia, cuando se corrompe. Corromper, entre otras acepciones posibles, es alterar la forma de alguna cosa; así el estado corrupto ya no tiende al bien común sino que se desvirtúa transformándose al provecho de unos pocos”.(4)

Como también define las formas de gobierno, hay monarquía, aristocracia o democracia cuando el rey, una minoría o una mayoría gobiernan para el conjunto. Estas serían las formas naturales. En cambio hay tiranía, oligarquía o demagogia cuando un tirano, una minoría o una mayoría gobiernan para sí mismos. Estas serían las formas desnaturalizadas”.(5)

Pero, es importante hacer hincapié en el hecho de que nunca será puesta la ética o la política como concepciones abstractas, por el contrario, en la práctica del mal no se le ocasiona a algo, sino a “alguien”, es una correlacionalidad, que implica la corresponsabilidad de los dos elementos, de la política y de la ética, así como de uno con el otro.(6)

La ética hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte de "lo bueno", es decir una ciencia normativa, del “deber ser”, pero que debe siempre ser aplicable en la realidad, por tanto la ética es “un ideal”.(7)


(4) http://www.mflor.mx/materias/temas/eticaypolitica/eticaypolitica.htm
(5) http://www.mflor.mx/materias/temas/eticaypolitica/eticaypolitica.htm
(6) http://www.cibernous.com/glosario/alaz/hermeneutica.html
(7) http://www.cibernous.com/glosario/alaz/hermeneutica.html

Por esta razón la democracia y la ética son susceptibles a cualquier manipulación, también a utilizarse como fundamento y excusa con el propósito más nefasto; son muchos los Gobernantes que pensando moralmente en el bien del país, tildan a todo aquel que se resista a su avanzada económica y militar de enemigo, como el Mal, por tanto debe ser contrarrestado injustificadamente argumentando unos principios morales, como éticos.

El enunciado de democracia es utilizado por todos aquellos que anhelan llegar al poder político sin importar si en realidad la poseen y la conciben como tal y todo aquello que implica su legítimo ejercicio. Es por eso que me remito a cuestionar no la democracia sino la suspicacia; la falacia participativa; eliminar la supuesta intermediación de los políticos elegidos popularmente, entre el Estado y las comunidades. Quizá lo conveniente no sea eliminar esa intermediación sino la corrupción de las prácticas políticas y así recuperar la majestad del oficio de la política.

Para fortalecer este argumento mencionare los tres escenarios que propone Alfredo Manrique Reyes, Director. Diplomatura en Gobierno Municipal Universidad de Rosario (Colombia). “En primer lugar, un Estado fortalecido en la democracia y no en el militarismo y el autoritarismo; en segundo lugar, una audaz política de descentralización y de incremento de la capacidad local de decisión; y en tercer lugar, la potenciación del ciudadano anónimo articulado por una alianza de sectores sociales unida sistemáticamente por un proyecto nacional. Si estas condiciones, entre otras, no se cumplen, los canales de participación de las comunidades deben referenciarse no con la democracia participativa sino con la democracia representativa. ¿Por qué razón? Por la razón de que como lo afirmaba Jurgen Habermas, las comunidades exigen no democracia retórica sino democracia en efectivo, democracia “in cash”, que no es otra que aquella que permite orientar los recursos públicos para resolver las necesidades colectivas y procurar el bienestar y la felicidad”.

Para tal caso como ciudadanos éticos debemos impajaritablemente educarnos y educar a todos aquellos que desconocen el bien y el mal que la política puede producirnos para cumplir éticamente como ciudadanos de bien común. El objetivo es plantearnos una fundamentación democrática en los procesos políticos de nuestra sociedad y entendiendo que esta misma humanidad es susceptible a varios cambios culturales, que los problemas y conflictos son mutables y necesarios para las transformaciones socioculturales.

Esto nos demuestra que se hace necesario entender los conflictos, interpretarlos y analizarlos con el único propósito de buscar mecanismo como el dialogo, la concertación, el pluralismo entre otros aspectos significativos que implican el rigor para la solución de los mismos.


(8) http://comuna.net/pdf/Ponencia_Reyes.pdf


Para tal caso concluyo que la interpretación hermenéutica del conflicto ético en la política y su ejercicio nos servirá como instrumento fundamental pero no único para ello. “El ser es lenguaje y únicamente éste posibilita lo real, porque es el medio a través del cual el "ser" se deja oír. Y como diría Heidegger "el lenguaje es la casa del ser. En la morada que ofrece el lenguaje habita el hombre". Por ello, el mundo, y lo que en él acontece, incluido el hombre (Dasein), no puede ser pensado como una cosa que se encuentra frente a nosotros, sino como nuestra propia ubicación, el lugar donde habitamos y desde el que comprendemos”.

(9) http://www.cibernous.com/glosario/alaz/hermeneutica.html

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